sábado, 29 de febrero de 2020

El Asalto




Te encontré.
Te encontré hoy tirado en la calle,
tu cara fría estaba ya
tus ojos perdidos sin señales de luz
tu vida se había extinguido
no sé desde hace cuantas horas
pero ya no estabas allí,
tu alma se había elevado hasta hípnicas distancias
y solo tu dulce cuerpo estaba allí tirado.

Me asaltaste  porque, mientras mis pasos intentaban dirigirse
y mis ojos se alejaban del potente sol, te ví…
debajo del arbusto; inerte, triste, acabado, muerto…
y mi corazón empezó a lamentarse
a acarrear una pequeña tristeza por haberte visto allí
solo, sin dueño, sin aliento, sin vida.

Fue un asalto…
el asalto de tu cuerpo ante mis ojos,
el asalto de la muerte ante la vida,
el asalto que me embiste a medianoche,
y me obliga a escribir,
para no dejarte desaparecer
sin que nadie lo perciba,
sino inmortalizarte eternamente
cada día mientras exista vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pequeña Oneyda

Amanece Tu cuerpo desplegado yace blanquísimo Sonreís Acerco mi mano a tu piel Solo nosotros conocemos cuanto duele la vida La quietud inmac...