No te fíes de mí, Cocibolca
¿Que podría darte?
Una mirada quizá
Algunas letras
Tu dulce naturaleza se impone
Respecto a la vida que me impulsa
Con un destino irrevocable.
En cambio, vos aquí, pasivo
Inmensa masa de agua dulce
Amado por Nicaragua
Y sus enérgicos vientos locales
Sin esperar nada a cambio
Ofrecerás por siempre en tu larga costa
Sustento a todo aquel que lo necesite.
Hoy ya conocemos el Cocibolca. Sus islitas, sus plantas, su fauna. El tiburón toro...
ResponderEliminarEse inmenso lago y el Volcán que le da nombre. Pero para muchos será el lugar de Egla, donde anduvo su corazón un día, hibernando una Elegía. Hay cosas, lugares en el mundo que bien vale un recordatorio, una mención, salvo aquellos que se hacen substancia del alma, donde ya entonces a su naturaleza ya milenaria, se le da carta de inmortalidad. Y así le nació un poema.
La naturaleza es el poema, la vida es el poema, el sentir es el poema
ResponderEliminar