A la caída del sol
Un perro cubierto de mozote
Corre detrás de su dueño
La jornada ha terminado para ambos
Llegan al rancho
El hombre guarda su machete
Se reclina en un tronco de madera
Bajo sus pies se echa el perro
Les espera la cena
Todavía caliente engullen
Luego buscan la cama
Están tan cansados que no piensan
Puede que sea la última noche
Para alguno de los dos
La muerte todavía no se decide
Quizá les de otra oportunidad
Cada uno se la merece a su manera
El amo por ser buen amo…
El perro por ser buen perro…
Un sonido les despierta en la madrugada:
¡Es el canto de los
gallos¡
Lindo poema
ResponderEliminarMuchas gracias estimado poeta
ResponderEliminar