a) El pecado original
Comer versos prohibidos
Era la debilidad de Eva
Espiándola detrás de sus quehaceres
La serpiente lo descubrió
Clandestinamente, con saña
Sobre el sitio que ella transitaba
Un árbol de versos plantó
En un dos por tres, maduraron
Brillantes y apetecibles se tornaron
Eva su mano extendió:
Se dio cuenta que estaba desnuda
Y que no existía dios.
b) La caída del hombre
El mordisco se disfruta mejor
Bajo un cielo límpido
Sin testigos
Sin remordimientos
Al principio el bocado es suave
Luego comienza a embriagar las entrañas
Ansiosas de un éxtasis infernal
Los ojos ya no son necesarios
Cuando se tiene cerebro
Tu propia costilla se saborea mejor
Cubierta con mil gramos de piel
Gustosa, permitida,
Eternamente pura
Es de tu carne, la carne
De tu hueso, el hueso
Gozarla es el antipecado.
Oculto de lejos, el diablo, sonríe
Cumplió con su objetivo
Mientras observa la faena
Vibra su reloj
Tiene que partir
Cae sobre su pecho
Ondula
Se aleja
c) La expulsión del paraíso
Los que usan el cerebro no tienen derecho a gozar del
paraíso
Tampoco quienes gustan de vestir
El paraíso no admite astutos
Castiga a los desobedientes
Un paso en falso y con grandes dolores
Te regresa al polvo del cual fuiste sacado
Luego vendrá tu entierro
La tierra siempre existirá
Los años pasaran sin importancia
Todos te olvidarán
Si tenés suerte, algún día,
Los pájaros sobrevolarán en el cementerio
Dejando caer su excremento
Apestado de semillas de Nim
Sobre tu disecado ombligo
Solo una germinará
Volverás a nacer
Crecerás rápidamente
Pero esta vez en forma de árbol
¡Será tu gran
resurrección!