jueves, 10 de marzo de 2022

Enésima elegía



Cada día me despojo de mí
Para inmiscuirme en la ciudad
Atraída por las cortinas blancas
Ingreso a las casas, recorro el ambiente
Contemplo la llama de los cirios
Entre tantos vivos desconocidos
Ninguno de ellos me importa
Solamente vos y el aroma de las flores
Ni siquiera el café que me ofrecen
Tengo el estómago lleno de vacío
Mis nubes están a punto de precipitar por vos
Sobre cualquier ataúd aunque no estés en él
¿Acaso es maldad buscar velorios para seguirte llorando?

 

Pequeña Oneyda

Amanece Tu cuerpo desplegado yace blanquísimo Sonreís Acerco mi mano a tu piel Solo nosotros conocemos cuanto duele la vida La quietud inmac...